Tuesday, August 19, 2008

Nadie sabe para quién trabaja

Hace algunos posts atrás (que en realidad, deben ser como años luz para la blogósfera) comentábamos cómo el concesionario de la frecuencia 106,5 en Quito canceló de un momento a otro su contrato con César Farah Romero para acomodar en esa frecuencia a Radio Canela.

Nosotros recordamos a César Farah de radios como Concierto, que vivió por casi 20 años hasta que la compañía concesionaria de las frecuencias fue vendida al Grupo Rosado, que, haciendo honor a su edulcolorado nombre, trajo Radio Mickey Mouse al país. También lo recordamos de radio Horizonte, experimento temporal que terminó abruptamente por la duplicación de Canela en Quito.

Pues ahora vuelve a la carga como director de Radio Pública de Ecuador, un proyecto que revive la radio difusora estatal, ahora en FM para Quito y Guayaquil y con un proyecto más comercial que el intento anterior. Veamos:

Radio Nacional Espejo fue una creación de Velasco Ibarra, que languideció por años, limitada a Quito, hasta cesar transmisiones a inicios de los años noventa. Yo recuerdo una foto de un discurso que dio León Febres Cordero como Presidente de la República en la que aparece un micrófono con un listón con el nombre de esa radio. La Espejo, en sus buenos tiempos, tenía gran sintonía pues presentaba las radionovelas que llegaban de México: Kalimán, Porfirio Cadena (el ojo de vidrio), etc.

Años más tarde, un vocero del gobierno de Lucio Gutiérrez revivió el proyecto de radio estatal, comprando nuevos equipos, renovando la frecuencia ante el organismo de control y adecuando un espacio en el Edificio Banco La Previsora, donde hoy es el Registro Civil. Básicamente, la radio estatal en tiempos de Gutiérrez no despegó: hubo acusaciones de sobreprecios en la compra de equipos, fue difícil armar un equipo periodístico con la credibilidad gubernamental en caída libre y no había presupuesto para tal iniciativa. Lucio se contentó con la publicidad gubernamental a los medios privados tradicionales, que se entregó en muchos casos a dedo y sin transparencia.

Finalmente, con Rafael Correa se intentó revivir a la radio pública de la mano del canal estatal. Después del estreno de Ecuador Tv, se dio inicio a las emisiones de prueba de Radio Nacional del Ecuador (perdió el "Espejo") y ocupó la frecuencia 100.9 FM en Quito y la 600 en Guayaquil. Comenzó a tener programas de corte "comunitario", música y un programa generado en Montecristi por el equipo de prensa de la Asamblea Constituyente.

De hecho, el plato fuerte de la fugaz Radio Nacional del Ecuador fueron las transmisiones de las sesiones del pleno de la Asamblea. Y, claro, las cadenas sabatinas de Correa.

La Radio Nacional así concebida terminó antes que la misma Asamblea y quedó fuera del aire. Ecuador Tv, ya consolidado -administrativamente al menos- tomó a su cargo el proyecto y Enrique Arosemena puso como director del proyecto a César Farah, quien ha re estrenado los programas que formaban parte de la extinta Radio Concierto y la música se asemeja al estilo de esa radio. El nuevo nombre: Radio Pública de Ecuador.

Radio Pública de Ecuador presenta un noticiero alimentado con las voces de algunas de las radios de noticias más escuchadas de Quito: Radio Quito, Sonorama y HCJB. RPE Servicio Principal de Noticias está comandado por Mayra Clavijo. Habrá deportes en alianza con otras radios.

Hay poco tiempo para evaluar la propuesta, pero Arosemena ha adelantado que el perfil de la radio es generar ingresos para pagar la deuda que contrataron con el Banco del Estado. Ese objetivo debe ponernos a cuestionar el fin mismo de los medios públicos.

Ultimamente me viene asustando el lema de El Telégrafo: "primer diario público". ¿Por qué primer diario? ¿Cuántos más se vienen?

Con toda esta intro, vamos al "Nadie sabe para quién trabaja". Resulta que quien causó la salida de Radio Horizonte, hoy está al frente del Conartel y, como tal, tuvo que ejecutar una orden del Ejecutivo de buscar una frecuencia FM para la Radio Estatal en Guayaquil. ¿No hubiese sido mejor que el Conartel deje en paz a la radio del camino de la paz y así no tendríamos que sufragar los contribuyentes esta nueva radio?